Estigmatizados por una historia de racismo y exclusión, las comunidades del sureste debieron compartir la inaccesibilidad a programas de apoyo como comunidades con recursos propios -- y como ellos están trabajando para conquistar estos limitantes.
"Me encanta mi comunidad, y aunque es muy pobre, se que tiene la oportunidad de ser mucho mejor. Yo realmente no pienso que sea pobre, porque tengo acceso todavia tengo acceso a algunas cosas" Alice Johnson, residente del vecindario conocido como Madison Square.
En 1976, Johnson viviendo en Arkansas, decidió que era tiempo de hacer sus maletas y mudarse a Grand Rapids. Su esposo en esos días, ya había conseguido trabajo en el pueblo, y ella también lo hizo en búsqueda de mejores oportunidades de trabajo.
Viniendo desde Arkansas, esta comunidad era predominantemente de Afroamericanos y parecía muy placentera, explica Johnson, cuando se refiere al vecindario de Madison Square.
Después de moverse a Grand Rapids y habiéndose separado de su esposo, y como una madre soltera de tres niños, tenía que trabajar sin descanso como enfermera certificada en el
Grand Rapids Home for Veterans, tratando de ahorrar suficiente dinero para algún día comprar la casa, que a la fecha, estaba rentado en 1441 Lafayete Ave. SE.
“Yo no tenia referencias crediticias, y con tres pequeños niños, era muy difícil," dice Johnson
Según Johnson, una familia alemana en el área había decidido interceder por ella con el Union Bank & Trust, un banco local de esos días. Entonces ella tuvo la oportunidad de obtener un préstamo por la cantidad de US3.000, la cuota de entrada por la casa. Desde entonces, ella pudo proveer un ambiente hogareño de seguridad para sus 8 hijos, siete de los cuales ella estaba apadrinando y eventualmente adopto.
“Mis hijos han crecido como buenas personas, a pesar de las difíciles circunstancias que estábamos afrontando” dice Johnson.
Ninguna alianza en contra la segregación racial
La historia de Johnson es un ejemplo de las miles de personas que han salido del sur de los Estados Unidos hacia Grand Rapids. Muchos de los cuales se han mudado a las comunidad de SE. En las décadas posteriores a la Guerra Civil, los Afroamericanos buscando escapar de organizaciones y politicas racistas de los estados del Sur, y a la vez persiguiendo mayores oportunidades, tanto en cuanto, para la educación y carreras, para lo cual, se mudaron hacia al Norte de los Estados Unidos, en la etapa inicial de los años 20, incluyendo Grand Rapids. La población de la comunidad Afroamericana en la ciudad creció desde 665 en 1910 ha 2.795 en 1930, de acuerdo a las estadísticas federales. Sin embargo, una vez que los afroamericanos llegaban a las ciudades del Norte, ellos afrontaban mucha de la misma opresión, experimentada en los estados del Sur. Las costumbres del Jim Crow fueron a menudo discutidas con argumentos acerca de la libre empresa y la libertad de asociación, según el autor e historiador, Tom Robinson, en su libro “
A City Within a City”
Por ejemplo, el precio de desde bebidas hasta renta de viviendas, muy comunmente era mucho mas alta para afromericanos en Grand Rapids, comparado con lo ofrecido a los vecinos blancos. “ Aun cualquier producto, tales como, café, usualmente el precio para los Afroamericanos era 5 veces mas alto: Ellos pagaban 50 centavos, mientras que vecinos blancos pagaban 10 centavos” escribio Robinson.
Segregación historica y el racismo en Grand Rapids
En el año de 1872, cuando el entonces Alcalde de Grand Rapids, Charles Comstock, inició el reclutamiento de residentes Afroamericanos de Tennessee y Mississippi, para trabajar en su nueva Fábrica de Barriles, como está detallado en el reporte "
African Americans in the Furniture City:The Struggle for Civil Rights in Grand Rapids", por el historiador originario de Grand Rapids, Dr. Randal Maurice Jelks. La oferta Comstock ofrecida a estos ciudadanos incluía vivienda, y con esta seguridad muchos empacaron sus pertenencias y se mudaron al “ El Hon. C.C. Comstock Hotel de Afrique”. Este complejo de apartamentos fue construido para acomodar hasta 20 familias Afroamericanas, el mismo que luego fue conocido como Comstock Row.
“Esta fue una estrategia para controlar a los trabajadores, y prevenir de que se organizaran” según Jelks.
En esos días, no sólo fueron ciudadanos Afroamericanos quienes fueron reclutados para trabajar en estas condiciones de bajo salario, sino también ciudadanos inmigrantes holandeses y polacos. Aún cuando, estos últimos también estaban experimentando desventajas en sus salarios, no les interesó formar alianzaas con la clase negra trabajadora.
“Aunque físicamente libres de esclavitud, surgió la segregación racial como una herramienta para minimizar la competencia entre Afroamericanos y grupos de inmigrantes”, manifestó Jelks.
Dr. Randal Maurice Jelks
Como resultado, los Afroamericanos tuvieron que pelear por sí mismos, en contra de la desigualdad en las prácticas de Jim Crow, dijo Jelks. Por otro lado, los ciudadanos de raza blanca, con el pensamiento de anti-esclavitud y caridad hacia los Afroamericanos, creían que era una señal de bienvenida, aunque ellos continuaron excluyendo a los residentes Afroamericanos para ser parte de la industria manufacturera en desarrollo. Y la clase obrera blanca americana, intentó conseguir la gran ganancia económica de capital a expensas de la clase trabajadora Afroamericana.
Siendo que el número de inmigrantes holandeses empezó a crecer en la ciudad de Gran Rapids, los residentes Afroamericanos, se enfrentaron a la dura realidad de que los empleadores preferían contratar a los holandeses. Con el crecimiento de sentimientos negativos, el trato y prejuicio en contra de los Afroamericanos se promovió la separación y segregación entre la clase trabajadora blanca y los ciudadanos Afroamericanos, esto evidenció la formación del primer “club” Klu Klux Klan, ubicado en la Escuela Secundaria Gran Rapids South, localizado en la calle Hall y la Av. Jefferson. En esos días muchos blancos pobres de la clase trabajadora iban a las mismas escuelas que los Afroamericanos. Sin embargo, mientras la clase obrera blanca y la clase media mejoraron sus ingresos, éstos tomaron la oportunidad de salir volando a la parte Sur de las líneas del ferrocarril donde los Afroamericanos tenían prohibidos establecerse hasta 1970.
A mediados de los años 50, muchos residentes blancos se habían mudado a los suburbios en búsqueda de comunidades más homogéneas. Como resultado de la distancia entre el centro de ciudad y los suburbios, se incrementó la dificultad de adquirir una propiedad en la ciudad. Para solucionar esta situación, el Sr. Keith Honey, quien era el Director de Planificación de la Ciudad, propuso la expansión de la autopista US131 en 1955. La propuesta en sí, tenía el sentido de facilitar la movilización entre los suburbios y el Centro de Grand Rapids, a costa de la división física de los vecindarios de Afroamericanos así como de latinos.
“La renovación urbana conduce al vecindario Madison Square, tornando de una comunidad de clase media blanca, a una comunidad de Afroamericanos," explica Jelks acerca de la comunidad que sufrio una gran desinversion racial cuando los residentes blancos huyeron.
La llegada de residentes blancos, el desarrollo de esta autopista US131, y luego la de 12 millas de longitud I-96 del este al oeste, fueron señales de una renovación urbana. Estos desarrollos, fueron luego conocidos como “La mejor red de autopistas en la nación”, de acuerdo a la cuenta historia de Gordon Olson, "
Grand Rapids: A City Renewed"
A pesar del desarrollo revolucionario, Olson explica que la construcción de la autopista causo la demolición y relocalización de mas de 1000 familias del lado oeste. A pesar de este desplazamiento, muchos vecinos de Grand Rapids, vieron el desarrollo de la US.131. y I-96 como una manera del avance industrial y el mejoramiento de acceso al centro de la ciudad.
“Desarrollo habitacional, centros comerciales y complejos industriales, se mudaron fuera del núcleo de Grand Rapids. Nuevos caminos se volvieron esenciales para el bienestar de la zona económica” explica Olson.
En el intento de revitalizar y promover mudanzas hacia el centro de la ciudad, los líderes de la ciudad buscaron fondos gubernamentales aprobados por el presidente Eisenhower, para proveer oportunidades habitacionales de fácil adquisición a familias con bajos ingresos económicos. Inicialmente se pensó usar el 10 por ciento de estos fondos para ser usados en proyectos no residenciales, pero luego este porcentaje subió al 35 por ciento. Esto significaba que solamente el 65 por ciento de los fondos serían usados para ayudar a familias necesitadas, muchas de las cuales pertenecían a la clase negra trabajadora.
Según el censo estadístico de 1960, los Afroamericanosen Grand Rapids, estaban viviendo en vecindarios segregados y recibiendo baja remuneración por sus trabajos. Estos residentes no sólo estaban restringidos por la falta de capital en su economía, también estaban físicamente limitados, siendo que les estaba prohibido la compra de casas fuera de la calle Hall en el sur, la calle Cherry en el norte, la calle Fuller en el este y el río al oeste.
Esquina entre la avenida Madison y la calle Hall
A la presente fecha, según el censo del 2013, datos proveídos del Dorothy A. Johnson Center for
Philanthropy en Grand Valley State University, los vecindarios del sureste, todavía mantienen la mayor concentración de población Afroamericana, con más de el 55% de residentes dentro de los límites de Wealthy Street, Cottage Grove, U.S. 131 y Madison Square.
La segunda área demográfica más grande, es la de los residentes latinos, que corresponde al 27% de la población total. Los residentes blancos alcanza el 17% . Cuando comparamos estos resultados en los vecindarios, los mismos que se encuentran a tan sólo unas cuadras de separación como East Hills y Heritage Hill, la cantidad de residentes Afroamericanos, disminuyen dramáticamente, dando como evidencia menos 14% y los blancos representan el 72% de los residentes.
“Hablar de reconciliación racial estamos hablando de economía y estructuras sociales. Al no tomar en cuenta la importancia de proveer un mejor acceso de capital y alternativas, cualquier movimiento hacia el cambio es solamente una "buena intención"", dice Jelks.
Proyectando al futuro para asegurar una comunidad autosustentable
Actualmente, los residentes del vecindario de Madison Square, continúan con la experiencia de falta de capital, educación, estabilidad habitacional y un ambiente saludable para sus viviendas. A pesar de estos factores, los residentes de esta comunidad están trabajando en unidad con Defensores de organizaciones tales como
Seeds of Promise and
Linc Up, para ganar acceso en lugares de influencia y ayudar el aumento de vecindarios autosustentables,
El Sr. Ronald Jimmerson, Director Ejecutivo y co-fundador de Semillas de Promesas (Seeds of Promise), explica “ Nuestro trabajo se recibe primordialmente a través de la información otorgada por los vecinos de las comunidades, y contando con una organización estratégica y empoderamiento, estamos creando nuestra propia plataforma para crear un cambio.
Para Johnson, creer en el poder de su comunidad quiere decir que ella esta dispuesta a denunciar la historia de opresión, así como los problemas arraigados que ella y sus vecinos de Madison Square han tenido que confrontar.
Alice Johnson“Yo no tengo acceso a muchos cosas en nuestra comunidad. Yo tengo que salir fuera de nuestro vecindario para poder comprar” explica Johnson debido a la falta de viveres y comestibles baratos, almacenes de ropa y farmacias en el vecindario.
Viendo al futuro, Johnson espera que su intervención promueva a otros para invertir capital en las comunidades de SE.
“Tenemos muchas buenas personas que podrian hacer mucho bien si estuvieran recursos fácilmente disponibles” comenta Alice Johnson, residente del vecindario Madison Square.
On The Ground GR
Son unas series enfocadas a informar sobre el crecimiento rápido comunitario. Estas series resaltarán y celebrarán a las comunidades ubicadas entre Southeast y Wealthy Street, Cottage Grove 131 y Madison Square.
En los siguientes meses, los reporteros de On The Ground GR, estarán tocando a su puerta para conocer a los vecinos y miembros de la comunidad. Nuestro deseo es profundizar más en temas que le interesan a los residentes de estas comunidades. Ya sea para celebrar la diversidad, así como fortalecer esta área. Estaremos en las calles escuchando todos sus comentarios, opiniones y aportaciones, y no sólo éso, queremos reconocer la unidad de la comunidad, el espíritu de positivismo y su vitalidad.
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On The Groud GR es auspiciada por
W.K. Kellogg Foundation, una organizacion trabajando para garantizar la habitabilidad de todos los niños.
Fotografía por
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