Herman Lee se traslado a Grand Rapids, en búsqueda de nuevas oportunidades y una posibilidad de volver a empezar. Confrontado por barreras desafiantes para obtener vivienda estable Lee cuenta su historia de como encontró un lugar de aceptación en la comunidad sureste de la ciudad.
“Grand Rapids”, recuerda Lee leyendo en alta voz desde un pedazo de papel arrugado. En otros dos había garabateado “East Lansing” y “Kalamazoo”, y luego los había puesto dentro de un sombrero. Puede parecer un método no muy usual, la manera en que Lee se dispuso a comprar un boleto de una vía para una ciudad de Michigan conocida como la de la Industria de los muebles. Mortificado por la pregunta ¿Lo lograré por mí mismo? Lee miró a su ciudad natal por ultimo vez, y se subió en el siguiente autobús para Grand Rapids. Los siguientes doce meses después de su llegada a la Terminal de autobuses en abril del 2015, serian inolvidables.
Para Lee, el haber crecido en Detroit, junto con sus dos hermanos, no había sido fácil. En un hogar sostenido sólo por su madre, recuerda haberla visto a ella, trabajar todo el día y la noche, para asegurar que su familia, tuviera suficiente comida en la mesa y un techo sobre sus cabezas.
Como el hermano mayor de los tres, Lee, siempre había soñado que algún día sería un policía, o unirse a las fuerzas armadas, y tener suficiente dinero para ayudar a su madre en el sostenimiento de la casa.
Al llegar a Grand Rapids, él, quien actualmente es conocido por todos en el vecindario del sureste solo como Lee, buscó dónde hospedarse esa noche, y fue directamente a Mel Trotter Ministries. Es así como, Grand Rapids, ejemplificaba la promesa de una vida nueva, llena de un gran potencial de oportunidades. Luego de un breve periodo en prisión, Lee había jurado, nunca más regresar al estilo de vida que lo llevó a la cárcel, en su ciudad natal, Detroit.
“Salí de Detroit, para iniciar una nueva vida” dijo Lee.
Luego de lograr un ingreso estable, pensó que encontrar una vivienda estable en la ciudad iba a ser fácil, pero después de un par de meses, y habiendo enviado aplicaciones sin resultados, Lee se encontró viviendo, lo que el describe como su peor pesadilla.
“Yo llenaba las aplicaciones, y un par de días después, regresaban con una negativa, marcada como “Debido a la mala conducta con la policía” explica Lee.
Herman Lee en su bicicleta en su vecindario ubicado en el sureste de la ciudad de Grand Rapids. Lee esta lejos de sentirse solo al confrontar la falta de vivienda en nuestra comunidad. En el 2015, Según los datos encontrados en el Grand Rapids Coalition to End Homelessness,9,842 personas han pasado por la tragedia de no tener vivienda. El 52% de estos individuos, eran afroamericanos, incluyendo a Lee. Solamente en el Condado de Kent, los residentes de color, experimentan la tasa más alta de desempleo, haciendo de este grupo el más vulnerable para caer en el ocio.
El desempleo no es el único factor que contribuye para que las personas se queden sin casa. En muchas ocasiones, familias que viven en la pobreza, aun teniendo un trabajo, no están en la capacidad de pagar los altos costos de una vivienda.
Según el informe de la National Alliance to End Homelessness, el desempleo ha disminuido en 1%, pero la carga de los costos de vivienda para las familias pobres ha aumentado en un 25% desde el 2007.
A medida que los precios de arrendamientos suben-en algunos casos dramáticamente-y la oferta de arrendamientos se desploma, los defensores en Grand Rapids se unen para mostrar una falta de casas accesibles, lo cual obliga a los residentes antiguosa no salir de sus hogares, como Lee, y les evitan obtener una vivienda en primer lugar. El Grand Rapids Coalition to End Homelessness es un grupo de 60 organizaciones que colaboran para enfrentar la crisis de vivienda que afecta a los residentes de la ciudad.
Jessiva Vail, es la Gerente del Programa para esta institución, quien especifica que su esfuerzo está dirigido hacia los más vulnerables miembros de la comunidad, sirviendo específicamente a aquellos que no tienen techo.
“Nuestra prioridad son las familias y personas que están en refugios o en las calles” dice Vail.
Jessica Vail
Solamente en el 2016, el Condado de Kent, recibió 5, 511,453 dólares del Departamento de Estado de los Estado Unidos y del Desarrollo Urbano (HUD). Según los promotores del grupo, el dinero será utilizado como lanzamiento para proyectos de construcción rápida de viviendas para ayudar a familias y jóvenes sin hogar hasta 2020.
“La meta es hacer de los casos de personas sin hogar, algo no común. De una manera rápida y de una sola vez”, dice Vail.
Adicionalmente, este grupo va a dirigir sus esfuerzos para que las personas con discapacidades, tengan su vivienda. Esto es para aquellos que hayan estado sin viviendas por un año o más, hasta el 2017. Así mismo, la Comisión para la Vivienda, del Condado de Kent, recibió $69,480 de los $5.5 millones de dólares para asociarse con el Battle Creek VA Medical Center, y el Wyoming VA Health Care Center y atender a los veteranos sin techo del condado.
Utilizando la filosofía “Casa Primero”, Vail explica que la solución para los sin techo, reposa en un costo asequible de la vivienda.
“Como comunidad, necesitamos mantener conversaciones sobre temas de viviendas asequibles. La mejor manera de mejorar nuestras comunidades es ayudar a las personas que poseen mal historial crediticio, o con un pasado delincuencial, para que posean un hogar estable. Si nosotros rehusamos el rentar a estos individuos debido a su pasado, les será muy difícil a ellos mejorar su futuro. Y eso a largo plazo, nos afecta a todos”, dice Vail.
Después de meses de haber ido de organización en organización, haciendo el esfuerzo para recibir cualquier ayuda para un hogar estable. Lee fue convocado por el equipo de StreetReach, un programa fundado a través del Network 180 y operado por los servicios del Pine Rest Christian Mental Health, que da seguimiento a cada caso de las personas que estén viviendo en las calles. StreetReach le ayudó a llenar la aplicación para la vivienda y él la envío vía fax a Well House, una organización sin fines de lucro, localizada en la comunidad del sureste de Grand Rapids. A través, del modelo Casa Primero, la organización provee vivienda accesible sin mayores complicaciones. Los inquilinos no están obligados, ni por horario, ni por ningún entrenamiento adicional, para vivir en Well House. Adicionalmente, esta organización, da prioridad a aquellas aplicaciones de individuos que poseen un pasado delincuencial o dependencia de drogas.
“Cuando todos me rechazaron, encontré a Well House y ellos no me rechazaron” dice Lee.
Hoy día, Well House provee vivienda a 60 arrendatarios, los cuales son, en la mayoría, gente de minorias raciales y etnicas con trasfondo criminal y también con discapacidades mentales y físicas, según manifiesta Tami VandenBerg, directora ejecutiva de la organización.
Tami VandenBerg“Nosotros priorizamos al grupo de personas que son más estigmatizados y marginalizados. Esto incluye gente con historila de adicciones y problemas con la ley,” según expresa VandenBerg.
Basándose en sus años de experiencia de trabajar directamente con personas “sin techo”, VandenBerg, propone que la solución a los sin techo puede encontrarse cambiando las políticas a nivel de la Ciudad. En el estado de Michigan, los aplicantes que no aprueban por su pasado criminal, no son elegibles para recibir el voucher de la sección 8. Con 1500 casas disponibles, según VandenBerg, ella cree que la ciudad de Grand Rapids necesita proveer una vía para que las personas puedan tener acceso a esas viviendas a través de programas de incentivos.
“Tenemos una gran cantidad de terrenos que no califican para ser construidos, porque no cumplen con el tamaño adecuado para construir una casa. Esta es la razón por la que no podemos hacer mini casas en la ciudad. En esta ciudad, tenemos la ordenanza que obliga a que no más de cuatro personas NO relacionadas puedan habitar en una casa-no importando el tamaño de la vivienda. Hay muchas políticas y regalmentos que hacen que una casa suba de precio, lo cual resulta en que muchas personas no tengan la capacidad de obtener un lugar donde vivir,” dice VandenBerg.
Para Lee, el tener un lugar para dormir en las noches sin el peso de la incertidumbre, le ha traído la sensación de seguridad y pertenencia, de la que carecía cuando estaba afuera en las calles de Grand Rapids. Lee ahora, a sus 63 años le retribuye agradecido a su comunidad. Se pasa el día trabajando en mantenimiento en las instalaciones de la organización y haciendo de mentor para los jóvenes alrededor de la comunidad a través de su testimonio.
“Lee se ha integrado a a la comunidad de una manera admirable. He ha sido un soporte y apoyo increíble al personal y otros arrendatarios. El es una persona en la cual se puede depender realmente,” manifiesta VandenBerg.
El devolver a este vecindario y su comunidad, Lee a sus 63 años, pasa su día, haciendo manteniendo en las instalaciones de la organización y siendo mentor para los jóvenes alrededor de la comunidad a través de su testimonio.
“El vivir en las calles, le puede pasar a cualquier, y esta ciudad necesita despertar y mirar a aquellos que están ante sus ojos desposeídos”, comparte Lee.
En otras palabras, Lee cree que la respuesta para los que no tienen hogar en Grand Rapids, es tomarse seriamente esta situación, porque esto le puede suceder a cualquiera.
Jesica Vail dice que “Es importante que las personas de la comunidad reconozcan que las personas que no tienen un techo donde protegerse, son individuos como cualquiera de ellos, pero que están en un mal momento. Piensen qué tan alarmante puede ser para muchos de nosotros el perder todo lo que tenemos y no tener a donde ir, sería una crisis de cambio de vida total. Desde allí, ¿que es lo que todos quisiéramos en esa situación? Un hogar.”Herman Lee en las afueras de Well House
Cuando Lee llegó a Grand Rapids, él no sabía que encontraría una comunidad que lo acogería en el sureste, y el obtener un hogar estable a través Well House le ha dado fuerzas para ser un residente sostenible en este vecindario.
“Esta comunidad ha significado mucho para mí. Ellos me aceptaron. Ellos me tomaron en cuenta,” comparte Lee.
Para ayudar a personas sin hogar, considere hacer su donación a las organizaciones que ayudan a individuos en estos casos, como, Community Rebuilders, Grand Rapids Urban League, Inner City Christian Federation. Todos ellos poseen programas de corto plazo de arrendamiento asistido, que ayudan a que las personas se vuelvan a poner de pie y regresen a la vida productiva. Tambien se puede hacer donaciones pueden hacerse directamente a Well House y a cualquiera de las 60 organizaciones involucradas con la Grand Rapids Coalition to End Homelessness.
On The Ground GR
Son unas series enfocadas a informar sobre el rápido crecimiento comunitario. Estas series resaltarán y celebrarán a las comunidades ubicadas entre Southeast y Wealthy Street, Cottage Grove 131 y Madison Square.
En los siguientes meses, los reporteros de On The Ground GR, estarán tocando a su puerta para conocer a los vecinos y miembros de la comunidad. Nuestro deseo es profundizar más en temas que les interesan a los residentes de estas comunidades. Ya sea para celebrar la diversidad, así como fortalecer esta área. Estaremos en las calles escuchando todos sus comentarios, opiniones y aportaciones, y no sólo eso, queremos reconocer la unidad de la comunidad, el espíritu de positivismo y su vitalidad.
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On The Groud GR es auspiciada por W.K. Kellogg Foundation, una organización trabajando para garantizar la habitabilidad de todos los niños.
Fotografía por Dreams by Bella.