Ante el potencial del desarrollo futuro, los miembros de la comunidad de South Division y Burton Heights comparten sus puntos de vista sobre la fortaleza de la identidad de su comunidad.
Mantener la identidad de la comunidad donde cada residente tiene la oportunidad de prosperar en Burton Heights significa conexión para Johana Rodríguez. Una conexión de vecino a vecino, más allá de las cuatro paredes del hogar.
“Comunidad aquí es donde uno está seguro --donde podemos mirar el uno por el otro,” comparte Rodríguez.
Rodríguez, quien sirve como Coordinadora de la Red de Servicios de las Escuelas de Kent en la Escuela Primaria y la Escuela Media Burton, trabaja para ayudar a las familias a encontrar recursos e identificarse entre ellos. Ella pasó su niñez visitando a su papá, que vivió en la Calle Darwin, una calle localizada justamente detrás de la escuela Primaria y Media Burton.
“El área de Plaster Creek era nuestro patio trasero donde jugábamos cuando éramos niños”, nos comenta Rodríguez.
Rodríguez siempre se ha visto a sí misma como constructora de puentes. Al entrar en el puesto de Coordinadora de KSSN en las escuelas Primaria y Media Burton, ella quiso enfocarse en hacer conexiones entre los diferentes grupos de familias.
Johana Rodriguez comparte un momento con un estudiante de Burton Elementary and Middle School.
“Hay una variedad de cosas que caracterizan a las familias en esta área. No es solamente acerca de su nacionalidad o del lenguaje lo que tienen en común, sino el deseo de ayudarse unos a otros a pesar de las barreras que enfrentan,” dice Rodríguez.
La comunidad en Burton Heights es predominantemente Latina, muchos se identifican como de primera o segunda generación de inmigrantes de Centro América. No todos hablan español como primera lengua y han tenido que aprender español para poder lograr recursos en esta comunidad.
“La mayor fortaleza para estas personas es la comunidad. De este modo, ellos se apoyan y ayudan los unos con los otros, ya sea compartiendo dónde encontrar en el vecindario los abarrotes a menor precio, como también ofrecerse para cuidar a los hijos si la vecina tiene una cita que atender o si tiene que quedarse hasta más tarde en el trabajo --ellos están aquí el uno para el otro,” describe Rodríguez.
Cada día, Rodríguez es testigo de que las familias con las que trabaja siempre se ofrecen para ayudar con los niños de la comunidad.
“Su fuerza es su compromiso. Ya sea llevar a los niños a la escuela o encontrar maneras de involucrarse aún cuando tienen más de un trabajo. Ellos viven con fervor y luchan hasta con las uñas para proteger a sus hijos,” dice Rodríguez.
Trabajo comunitario es lo que Lorenzo Miguel escoge para describir la fuerza de su comunidad en Burton Heights. Miguel ha vivido en esta área con su esposa Emiliana Miguel-Cipriano y sus cuatro hijos, ahora ya adultos, desde el 14 de Marzo de 1990. La familia se trasladó a vivir aquí desde un pequeño pueblo del Perú conocido como “La Pequeña Rusia”, un nombre que le fue dado al pueblo por el gran número de residentes que han emigrado a Rusia, de acuerdo a Miguel.
Lorenzo Miguel
“Yo me recuerdo de la primera Navidad que pasamos como familia en Grand Rapids; alguien entró a nuestra casa y dejó nuestra sala llena de regalos de Navidad para nuestra familia. Nunca nos enteramos quien lo había hecho. Eso es nuestra comunidad. Una comunidad que nos conoce tan bien que hasta sabe el hecho de que nosotros nunca dejábamos nuestra puerta con seguro,” comparte Miguel.
Angélica Velázquez no puede ayudar pero se caracteriza en su comunidad por ser “acogedora”.
Angelica Velazques adentro de su negocio, La Casa de la Cobija, ubicado en la 2355 de la División Sur.
“Me sentí acogida. Como si se abriera una puerta en el cielo para mí” comparte Velázquez para demostrar, cómo se sintió cuando se mudó a Grand Rapids con sus siete hijos en el 2001.
Desde que llegó, Velázquez ha estado viviendo el verdadero sentido de la palabra acoger o abrazar, a través de sus esfuerzos por construir la comunidad en el vecindario de Burton Heights. Su negocio, “La Casa de la Cobija”, localizado en el 2355 de la División Sur, se ha convertido en su emprendimiento, su sueño hecho realidad, no por el hecho de vender sábanas y ropa, sino porque así ella puede compartir su edificio con miembros del vecindario y contribuir con eventos y recaudaciones que benefician a los más marginados en su comunidad.
“Hemos hecho eventos recaudando fondos para personas que necesitan trasplantes médicos o familias que están pasando dificultades a causa de alguna deportación”, explica Velázquez.
Como ella, el Dr. Sharif Sahibzada, Director del Centro Islámico del Oeste de Michigan, ubicado a un par de cuadras al norte de la División Sur, en Burton Heights, ha buscado crear comunidad sin tener restricciones u obstáculos para cualquier persona que desee adorar allí.
Como el primer IMAM del Oeste de Michigan, el Dr. Sahibzada, lo convirtió en el trabajo de su vida al mudarse a Grand Rapids en el 2001, para crear conexión y espacio abierto para el compañerismo interreligioso en el Centro Islámico del Oeste de Michigan. El titulo de Imam en la comunidad Musulmana Sunni es dado a un líder religioso que está encargado de varias mezquitas en una área. En el caso de Dr. Sahibzada el se encarga de seis mezquitas en el oeste de Michigan.
“En mi mezquita no se necesita membrecía para aquel que quiera unirse y adorar, cualquier visitante es bienvenido,” comparte Dr. Sahibzada.
Para el Dr. Sahibzada, 2001 no es sólo el año que se mudó al Oste de Michigan desde Pakistán, sino también es el mismo año del ataque terrorista ocurrido el 9/11 en la ciudad de Nueva York y los sentimientos radicales anti-musulmanes que aumentaron en la comunidad en general.
Dr. Sharif Sahibzada en su oficina del Centro Islámico del Oeste de Michigan.
“Ese año, las cosas fueron un tanto más difíciles --estábamos inciertos de las diferentes actitudes que tendríamos que enfrentar en la comunidad. Todo cambió para nosotros” asegura el Dr Sahibzada.
El Dr. Sahibzada ha buscado guiar a su comunidad con dulzura y con el entendimiento, de que es un centro religioso y un lugar para alabar, su misión es crear un lugar de armonía para mejorar a la humanidad, “un lugar donde la humanidad prospere, sin importar la fe, la etnicidad, el color de la piel o su pasado.”
Lorenzo Miguel camina con su esposa, Emiliana Miguel-Cipriano en su vecindario de Burton Heights.
Rodríguez, Miguel, Velázquez y Sahibzada aunque ocupan diferentes espacios y desempeñan diferentes papeles en sus comunidades, desde que entraron a su comunidad en Burton Heights y la División Sur imaginaron un vecindario próspero, con conexiones, con pertenencia y buscando hacerlo realidad para sí mismos y los residentes a su alrededor.
Mientras las discusiones del futuro desarrollo y los cambios continúan en sus vecindarios, estos cuatro constructores de puentes creen, que manteniendo a la comunidad identificada, abrazando y haciendo conexiones es difícil para cada residente de Burton Heights y la División Sur.
Para involucrarse como un consejero en el proceso del Steering Committee para el Plan Específico del Área de la Division Sur y ser un Community Ambassador por favor contacte a Courtney Magaluk a cmagakalukgrcity.us/ 616-456-3585.
Definiendo South Division
Este artículo es parte de nuestra serie Defininiendo South Division, artículos mensuales por un periodo de dos años, los mismos que estarán dirigidos a enfocar a la comunidad para el involucramiento comunitario y el conocimiento del proceso correspondiente al Plan de Desarrollo de la South Division. Cualquier comentario u opinión es bien recibido aquí.
Para comunicarse con Michelle Jokisch Polo (Lea sobre Michelle
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Definiendo South Division ha sido posible a traves del auspicio de la
Ciudad de Grand Rapids, organización local del gobierno, trabajando por una ciudad donde todas las personas son bienvenidas.
Fotografia por Dreams by Bella.