Veronica Quintino-Aranda creció en Grandville Avenue y ha asistido a St. Joseph the Worker Catholic Church toda su vida. A medida que el edificio es demolidapara dar cabida a un nuevo desarrollo, Quintino-Aranda quiere que las futuras generaciones recuerden el espacio con reverencia y respeto.
"Aquí es donde hice mi Primera Comunión, Confirmación y mi Quinceañera. Cerca de la entrada de la Iglesia es donde conocí a mi esposo y aquí mismo donde nos comprometimos y también donde le dije adiós a mi hermano Abel," dice Verónica Quintino-Aranda, feligrés de la Iglesia Católica de San José Obrero.
El viejo edificio de la Iglesia San Jose Obrero en la 333 de la Calle Rumsey
Para el recién llegado, el interior del 333 de la Calle Rumsey parece un edificio abandonado, la pintura del frente empezó a descascararse en los umbrales de las ventanas y el polvo se ha ido acumulando con el viento. Dentro del edificio quedan muy pocos restos de las bancas que estaban alineadas en el espacio abarrotado, pero el espíritu de la gente que una vez llenaron ese espacio con risas y cuidados del uno para el otro, aún son parte de la avenida Grandville de hoy.
El edificio 333 de la Calle Rumsey nunca estuvo tan sólo como está ahora. En los primeros años de 1900, la cuadra Rumsey estuvo ocupada por el Párroco, la Iglesia y la casa de las Hermanas. Para Quintino-Aranda, la iglesia en el 333 de la Calle Rumsey es donde lo divino y lo humano se encuentran. Su voz se quiebra y sus ojos se llenan de lágrimas y con un suspiro silencioso dice, este lugar es sagrado.
En unos pocos meses, el edificio de la iglesia va a ser demolido para dar lugar a la construcción de unidades habitacionales, una nueva escuela secundaria, instalaciones de atención médica ampliadas y un espacio comunitario al aire libre como se muestra en el Plan de la Plaza Roosevelt.
La Plaza Roosevelt es un proyecto de desarrollo del vecindario de $40 millones de dólares, planeado para mejorar la vivienda, la economía, la salud y las oportunidades de educación para aquellos que viven a lo largo de la Avenida Grandville.
Los planos de la Plaza Roosevelt ya habian comenzado cuando se presento el Plan Especifico del Area Grandville, pero el plan formo parte del uso de transporte y el embellecimiento de la avenida.
Quintino-Aranda creció asistiendo a la Iglesia de San José Obrero (St. Joseph the Worker Catholic Church), con su familia, quienes vivían en la calle Cordelia donde estaba la Iglesia. Sus padres eran trabajadores en las fincas de La Florida y de Michigan antes de que se ubicaran en la Avenida Granville, escogieron trasladarse al vecindario del Parque Roosevelt a principios de los 80s porque era una comunidad vibrante.
Veronica Quintino-Aranda con su padre Abel Quintino y su esposo Jose Aranda afuera de la casa donde ella crecion en la calle Cordelia.
“El lugar fue arreglado por una mayoría de familias texanas y puertorriqueñas, nos sentimos como en casa viviendo aquí,” nos comparte Quintino-Aranda.
Cuando la familia Quintino se trasladó a la Avenida Grandville, rápidamente encontraron un hogar con la familia de la Iglesia Católica de San José Obrero. La hospitalidad y el espíritu de acogida de cada miembro de la iglesia nos ayudó fácilmente formar comunidad.
Quintino-Aranda nos explica, que el nombre San José Obrero proviene de José, el carpintero y padre terrenal de Jesús, es un ejemplo para los feligreses que asistimos a la iglesia hoy.
Agunos de los feligreces de lglesia San Jose Obrero dentro del nuevo edificio Obrero ubicado en la 3138 en la avenida Birchwood SW, en la ciudad de Wyoming, Michigan.
“Somos una Parroquia muy humilde y muy trabajadora. Muchos de nosotros somos inmigrantes de la clase trabajadora,”comparte Quintino-Aranda.
La Iglesia fue construida en 1888 en el 333 de la Calle Rumsey, como la única Iglesia Holandesa Católica en Grand Rapids, por el Padre Henry Freken, de acuerdo a “Yo recuerdo...Avenida Grandville,” una composición histórica de Mary Angelo. En 1943 la Iglesia se incendió pero la congregación trabajó duro para reconstruirla.
Lo que empezó como una comunidad predominantemente holandesa, se convirtió en una de las Parroquias Latinas más grande en la ciudad de Grand Rapids. La Iglesia se mantuvo en la Calle Rumsey hasta Noviembre del 2007, cuando la reubicaron en el 225 de la calle 32, al suroeste en en la ciudad de Wyoming.
“Abarrotamos el edificio. La gente tenía que quedarse de pie afuera, para poder escuchar Misa el domingo,¨ dice Quintino-Aranda.
El plan original, de acuerdo al pastor actual, Reverendo Steven Cron, era recaudar suficiente dinero para poder agregar el terreno vecino de la iglesia, pero la oportunidad de comprar el edificio en la calle 32 se presentó primero y era más accesible.
Quintino-Aranda le llama su hogar a San José Obrero, pues este fue el primer lugar donde Dios le llamó para estar en su ministerio cuando ella tenía únicamente 17 años.
Veronica Quintino-Aranda en San Jose Obrero.
“Este lugar me permitió hacer lo que me gusta - trabajar en la comunidad y encontrar mi ministerio.”
Quintino-Aranda recuerda aquel viernes por la tarde, cuando la iglesia celebró su última misa en la Calle Rumsey. El edificio estaba lleno con miembros afligidos y tristes de dejar la que había sido su hogar y su comunidad por más de 30 años en la Avenida Grandville. Y como celebración de la historia de la Avenida Rumsey, los feligreses caminaron desde el viejo hasta el nuevo edificio.
“Fue un camino de sufrimiento y de bienvenida a la nueva etapa de nuestra iglesia,” comparte Quintino-Aranda.
Después que San José Obrero se trasladó del viejo edificio en la calle Rumsey, fue vendido en octubre del 2008 a Ministerios del Reino Internacional, una Iglesia Protestante Hispano-hablante que ahora se localiza en Burton Heights. Esta iglesia protestante ocupo el edificio hasta el 2013 cuando el lugar fue vendido a Habitat for Humanity of Kent County. Por la mayoria del tiempo el edificio ha estado desocupado. En el 2015 el edificio fue sido utilizado por Site:Lab para exhibir a artistas para ArtPrize.
Quintino-Aranda recuerda cómo se sintió cuando regresó al edificio de su vieja iglesia para ver las obras de Art Prize en 2015.
“Me sentí como Juan Diego,” nos dice, explicando que San Juan Diego fue el indígena de Cuauhtlatoatzin que se convirtió en el primer Santo indígena Romano Católico en América. Quintino-Aranda comparte que de acuerdo a la tradición Católica, la Virgen de Guadalupe primero se apareció a Juan Diego en el Cerro del Tepeyac, el sitio de un templo Azteca, pidiendo que se construyera una capilla en honor a ella.
“El Obispo Juan de Zumárraga no creyó que la Virgen de Guadalupe podría aparecerse a un hombre tan sencillo como Juan Diego,” dice Quintino-Aranda.
Era el 11 de diciembre, a mitad del invierno, la Virgen de Guadalupe le dijo a Juan Diego que cortara las rosas en el cerro y que las guardara en su capa como prueba para el Obispo.
Juan Diego hizo lo que Ella le pidió, y cuando le presentó al Obispo las rosas que llevaba en la capa que estaba usando, una imágen de la Virgen de Guadalupe estaba impresa y pudo ser vista.
“La primera vez que entré al edificio viejo me sentí como Juan Diego, fue como si no me importara. Despojada de mi cultura, de mi idioma y religión de la misma forma que los españoles despojaron a Juan Diego de sus tradiciones indígenas,” agrega Quintino-Aranda.
Quintino-Aranda explica que al principio no se sintió bien acogida en ese lugar. Para ella, la historia de cada cosa que ella vivió dentro de la iglesia parecía haber sido olvidada e ignorada.
"Ofrenda" dentro de la iglesia, mostrando recuerdos y fotografías de eventos pasados ??de la comunidad, y "Golden Ark" de Willie Bolden, un homenaje a sus recuerdos del tiempo que pasó viviendo al otro lado de la calle en casas que ya no estan. Cortesía de Cultura Collective.
"No fue sino hasta este año que sentí como que se hizo justicia en ese lugar, " dice Quintino-Aranda. Este año, el área donde estaba la iglesia en la Calle Rumsey fue el anfitrión de Cultura Colectiva, un grupo de artistas locales, organizadores comunitarios y activistas se unieron para empezar el diálogo acerca de raza e identidad, muchos de ellos trabajan y viven en la Avenida Grandville. En el 2016, el Colectivo participó en ArtPrize 8 con una instalación en 912 Grandville que recibió el Premio de Instalación jurado de Deana Haggag, y compartió el honor de "Outstanding Venue".
“Me hubiera gustado ver desde el principio artistas como Reyna García, Nancy Quero y Roli Mancera -todos estos artistas entienden la historia de la Iglesia y de la comunidad de la Avenida Grandville-. Durante estos tres años me hubiera gustado ver que ese espacio le pertenece a nuestra comunidad.," agrega Quintino-Aranda.
Instalación íntima de videos de miembros de la comunidad sobre los cambios que están presenciando a lo largo de avenida Grandville. Cortesía de Cultura Collective.
Este año la exibición resaltó a artistas de la comunidad como Reyna García, Nancy Quero y Roli Mancera, así también a Noemí González. El trabajo fue posible gracias a Cultura Colectiva.
Aunque el edificio en la Calle Rumsey pronto va a ser demolido para dar lugar a un nuevo desarrollo, Quintino-Aranda espera que de alguna manera la memoria de la Iglesia Católica de San José Obrero sea recordada. “Así como el espacio cambia y sirve para diferentes propósitos en la comunidad, me gustaría que otros recordaran la parte sagrada de este lugar.”
Hoy en día, Quintino-Aranda está comprometida con la comunidad a lo largo de la Avenida Grandville, es una trabajadora social y hace visitas a los hogares de sus clientes para entender las barreras y la realidad que ellos enfrentan y enseñarles a defenderse y defender a sus familias.
Quintino-Aranda ora el rosario en la Iglesia de San Jose Obrero.
On The Ground GR
Son unas series enfocadas a informar sobre el rápido crecimiento comunitario. Estas series resaltarán y celebrarán a las comunidades ubicadas entre la avenida Grandville.
En los siguientes meses, los reporteros de On The Ground GR, estarán tocando a su puerta para conocer a los vecinos y miembros de la comunidad. Nuestro deseo es profundizar más en temas que les interesan a los residentes de estas comunidades. Ya sea para celebrar la diversidad, así como fortalecer esta área. Estaremos en las calles escuchando todos sus comentarios, opiniones y aportaciones, y no sólo eso, queremos reconocer la unidad de la comunidad, el espíritu de positivismo y su vitalidad.
Usted nos puede encontrar On The Ground GR´s work vía twitter (#OnTheGroundGR @rapidgrowthmedia), Facebook e Instagram. Para comunicarse con la editora de On The Ground GR, Michelle Jokisch Polo, (lea acerca de Michelle aqui), usted puede enviar un email a [email protected] y seguir en Facebook e Instagram.
On The Ground GR es auspiciado por The Frey Foundation, The Grand Rapids Community Foundation y la Steelcase Foundation una organizaciónes
Fotografía por Dreams by Bella.